En este caso las pautas y el comportamiento vienen dictadas por la propia naturaleza, como si estuviese escrito desde siempre, un claro caso de colaboración entre los distintos individuos de distintas especies, que necesitan de las habilidades particulares de los demás para un fin común.
Un ejemplo claro lo encontramos en las carroñadas, de tal forma que me asombra y no por esperado, me deja de sorprender; me refiero al papel crucial y particular que cada uno desempeña en perfecta armonía y conjunción, aún cuando el espectáculo no sea ó no parezca especialmente armonioso.
Esa puesta en escena está medida meticulosamente, la aparición del reparto se realiza instintivamente y todos son protagonistas, primeras figuras.
Primero aparecen los córvidos y milanos, después el pequeño de la saga, el alimoche, le siguen los buitres leonados, para terminar con los negros; en algunos "teatros" para despedir la función pueden aparecer los quebrantas; cada cual participa del festín como comensales. Previamente unos han tenido el papel de cantantes, bufones, malabaristas y acróbatas, otros se encargaron del número de cuchillos y sables y los últimos cierran con el de los forzudos.
En ocasiones, dependiendo de la época en el que se desarrolle este festival, el número de actuaciones se puede ampliar con un majestuoso baile protagonizado por alguna reina de los cielos.
En Extremadura podemos deleitarnos con estas funciones en los teatros que las gentes de Photoextremadura y Naturalqueva han puesto en funcionamiento. Mi agradecimiento por su buen trabajo.
En mi caso, como siempre, además de las fotos, disfruto casi más con los momentos en compañía de buenos amigos.
UN SALUDO