Cuando ponemos en marcha un comedero/bebedero sabemos que la paciencia y la perseverancia son nuestras aliadas, porque somos conscientes de que se necesita tiempo para que empiece a funcionar de forma contínua. Llegado este momento, creo que a todos nos satisface enormemente cuando empezamos a cosechar algunas tomas más ó menos dignas de las primeras especies que empiezan a acudir.
Aún cuando hay que rectificar algunos aspectos, la cosa promete: